La Tierra de Uno...





"Era casi de barro el pueblo. Polvo sobre polvo. La tierra pegajosa se alzaba de los callejones como un polen y se asentaba en los chañares y en los algarrobos. A veces se posaba en el alma; también, y en el tiempo. Y el tiempo estaba quieto allí hacía muchos años, cavado y carcomido. Una sola masa marrón era todo, manchada de islotes verdes alzados en apeñuscamiento de talas y yuyarales con flores doradas." M. Castilla





domingo, 25 de marzo de 2012

Viruta del bandoneón

Escuchar canción:





Bailan para que la noche y la ciudad
descansen de las furias del día.
Para que sea olvido la muerte
y tantas otras sombras que nublan el aire.

































Bailan para que las penas, por un momento,
dejen de llover en la cara de los solos








La espuma y el oleaje de sus pasos

























Yo he visto a vagabundos
detenerse y entibiar la distancia,
al verlos bailar.

































He visto en los amantes el deseo
de quemarse en ese otro fuego,
al verlos bailar.

































He visto a poetas llenarse de resplandores

los ojos y, acaso, la sangre,

al verlos bailar.
















Ya están bailando en los patios del cielo.

Los veo ahora mostrar su arte

de asombros y relámpagos.



































































































































































Inventores de laberintos con sus zapatos
lustrados por la pomada del infierno



























Una música que se respira. 
Que tiene forma de curva y que huele a mujer...










Fotos: Fiona Brown
Letra de fotos: Los bailarines de Tango (Eugenio Mandrini)